More than friends ;; Chrisotpher D. Leenoux {Privado}

Media tarde, la perfecta hora para ver un paisaje esperado; de tal magnitud se podría apreciar.
Me había levantando desde muy temprano, no tenía nada mejor que hacer y entrenar no era algo que deseara hacer mucho hoy; por ende me tomaría un día de "descanzo".

Sentada debajo de un gran árbol; sentía en mis brazos los roces de las hojas de los pequeños arbustos que me rodeaban, el cesped aún estaba húmedo, debido a las constantes lluvias nocturnas; sin embargo eso no quitaba la belleza del lugar.
Todo parecía indicar que no había más gente que yo, eso me dió pie para sacar aquel cuaderno de dibujo que era tan especial para mí, como mi diario si bien podria llamarse solo que sin palabras y puras imagenes.

Tomé el lápiz que venía dentro, separando la hoja nueva donde comenzaría a dibujar, inspirada en el paisaje el lápiz se movía rápido, mi zurda jugueteaba con aquella daga obsequiado por mi padre antes de fallecer, el fresco aire ondeando mi cabello cataño perfumandolo del exquisito elixir de naturaleza, que más podía pedir ante un momenti así? Gran incognita.

Retorcí por enésima vez la nota que mi padre había dejado en la cocina diciendo que se iba por unos días. Una duda entró en mí ¿se habría vuelto a Idris sin avisarme? ¿Y si iba a buscar a mi hermano Liam? Cuando ese pensamiento se cruzó por mi mente me fue inevitable sonreír, yo de verdad quería verlo de vuelta. Habían pasado más de 10 años y lo único que tenía de Liam era una vieja foto de cuando éramos niños. Pero no, mi padre no haría eso ni loco. Lo conocía bastante y sabía que no lo haría.

Me encontraba en medio del bosque, mirando la pantalla de mi iPhone cuando me decía "Llamada desviada" cada vez que intentaba llamar a mi padre. De acuerdo, era obvio que estaba en Idris porque sino me atendería. Bufé y tiré la nota en el suelo, ya no me servía. Comencé a caminar, aún había Sol e iluminaba bastante bien. Seguí caminando hasta distinguir una figura sentada bajo un árbol a lo lejos y me acerqué más para saber si la conocía o no. Y a medida que lo iba haciendo sonreí, porque ya a distancia había tenido una leve sospecha de quién era.

--Vaya...mira a quién encontramos por aquí-dije y le sonreí con esa mirada pervertida que ponía cuando veía a Alicce. --Desapareciste totalmente, llegué a pensar que estabas muerta porque ni siquiera respondías mis mensajes. Aunque déjame decirte que te extrañé-le sonreí y me senté enfrente suyo con las piernas cruzadas.

Debía admitir el hecho de que estar dibujando me sacaba de la realidad en la que vivía, de las pesadillas tormentosas que día a día soñaba cada vez que me iba a dormir; podía decir con desdén alegre que el día estaba bastantemente normal; relajante por así decirlo; de los pocos que podría tener; pues una vez que me levantará de allí y regresara al instituto las cosas iba a ser totalmente diferentes y el relajarse iba a ser algo completamente nulo.
Por un momento dejé el lápiz con el que dibujaba por encima del libro; hechando mi cabeza con cuidado hacia atrás, dejando entrecerrada mi mirada ligeramente; dejandome envolver por la exquisita brisa fría que estaba soplando en el bosque; este era bastante calmado y silencioso cuando las hadas quejumbrosas no andaban por allí molestando; la calma duraría poco a decir verdad; mis ojos se fueron abriendo a su paso lento cuando escuché su voz; aquel chico que...bueno no podría explicar como era mi situación en si con él, simplemente podía decir que era mi mejor amigo.

-Y eh sido descubierta- Farmullé abriendo por completo toda mi mirada para posarla cuidadosamente sobre él mientras una sonrisa simple correspondía a su mirada furtiva y llena de perversión, cabía decir que estaba acostumbrada a ello, por lo regular nuestra situación era así entre los dos -Supe que estabas muy ocupado, asi que para que contestar tus mensajes- me despegue del árbol, volviendo a mi postura de antes, sin despegad un solo momento mi mirada de él hasta que tomó asiento frente mío, recordé que mi libro de dibujos seguía abierto, asi que desvíe la mirada a este para dedicarme a cerrarlo y guardarlo; raramente alguien veía mi libro de dibujos, sabían su existencia más no el contenido ni nada parecido. -Como no extrañarme, hasta el comentario ofende- Solté de pronto con cierto toque de arrogancia, no obstante al breve dejé salir una pequeña risa divertida, para entonces suspirar -Eh de admitir que yo también te extrañe- desvíe nuevamente la mirada en con junto del rostro, no estaba acostumbrada a admitir ese tipo de cosas y menos frente o hacia él; si bien le conocía, sacaría provecho de ello, como siempre -¿Qué tal todo?- Mascullé enseguida para hacer el cambio de tema obviamene, no daría paso a que dijera algo más en lo que se desatara una serie de dimes y diretes, como siempre.

Mi relación con Alicce era inexplicable, ni siquiera nosotros dos podíamos explicarle a la gente qué eramos en verdad porque todos cuando nos veían juntos pensaban que éramos novios cuando en realidad somos algo así como mejores amigos con derecho. Aunque yo sabía que ella algún día no se aguantaría y pasaría "algo" entre nosotros, algo que no podría parar en el momento y que quizás después resulte más bueno de lo que pensé que podría resultar. Además ¿para qué negarlo? Yo sentía una atracción algo confusa hacia Alicce que me hacía querer besarla cada vez que la veía.

La miré sonriente mientras veía su carpeta de dibujo, recordé una vez que yo la estaba mirando y por poco ella no me clavó su estela. Pero yo ni sabía que eso era privado entonces desde ese día no había visto más sus cosas sin permiso, era una lección que tenía bien aprendida. -Y sí, estuve muy ocupado con mis fans, dicen que paso mucho tiempo contigo y que tengo que equilibrar-bromeé y lancé una suave carcajada al final de mi comentario.

-¿Cómo no extrañarme? Soy adorable, cariñoso y muy sexy. Es imposible que no me extrañes-le dije aún bromeando. Me encantaba ser así con ella, porque sabía que muy en el fondo decía la verdad.-Bien, todo está normal. ¿Lo tuyo? ¿Todo bien?

No pudé evitar reír al mismo tiempo e unísono que el con su comentario de sus fans, a decir verdad sacando el hecho de sus fanáticas, si, pasábamos mucho tiempo juntos más de lo que habitualmente unos típicos mejores amigos podían pasar, pero realmente para que nos hacíamos tontos, o al menos yo en mi parte no sé porque me empeñaba tanto en negar lo que me sucedía con Christopher, estaba más que claro que aquello entre los dos no se trataba de una simple amistad, había algo más en trasfondo y a ello lo que más resaltaba era el hecho de una gran atracción al menos por mí parte; esa sensación de sentirme bien cada vez que tenía su compañía y de no querer separarme; o el hecho de tomar agallas y besarlo sin más, no obstante algo me detenía, el hecho que algo que hiciese rompiera el lazo tan grande entre los dos y entonces acabará por estropear todo y perderlo; era de las pocas personas que podía considerar importantes en mi vida.


Mencioné con un ligero desdén de sarcasmo e ironía, muchas personas me decían que mi humor era bastante extraño pero a decir verdad esa era mi forma de ser y no la iba a cambiar, mis amigos me conocían tal cual y si aún estaban allí conmigo era porque me aceptaban así. Entorné los ojos en blanco cuando mencionó sus cualidades, bueno no era algo que iba a aceptarle ¿verdad?; pero era más que cierto y más el hecho que si, lo había extrañado bastante; después de todo era el que siempre me escuchaba a mis cosas; mi mejor confidente –Ese Ego tuyo, que haremos con ello- Reí; mientras suspiraba largamente dejando el bolso de lado una vez habiendo guardado mi libro de dibujos, entonces me giré cuidadosamente sobre el césped para quedar a sus espaldas, dejándome caer lentamente hasta recargar mi cabeza sobre sus piernas que estaban cruzadas, quedando recostada a lo largo –Me alegro, enserio que si- Alzé la vista para encontrarme con la suya, y naturalmente no pudé resistir a sonreír en automático; su compañía era sumamente grata –Digamos que si entre todo; lo mismo de siempre, altas y bajas- Se podía decir que él era el único que sabía mi pasado, lo de mi padre y eso a medias, solamente una parte; pero al menos servía para entender como eran mis cambios de humor ciertas veces; aunque este no era el caso; no quería abrumar el momento con mis cosas ni nada parecido; simplemente pasar muy buen rato con él.

Le sonreí cariñosamente cuando se rió de mis comentarios, después de tener un mal día o simplemente estar de mal humor Alicce era la mejor escapatoria. Ella era una de las pocas personas que me escuchaban y que me podían dar consejos, además de que yo siempre la recompensaba. Y a veces hablábamos de cosas que quizás con otras personas no hablaríamos, pero nos teníamos tanta confianza que era imposible no verla y contarle aunque sea que había matado una mosca en la mañana. Siempre había un tema de conversación entre nosotros.

Asentí con la cabeza y le sonreí-Claro, se están poniendo celosas pero yo siempre les digo que me gusta estar contigo. -bromeé aunque lo que había dicho era cierto. -Mmm, no creo que puedas hacer nada porque yo sé que me amas tal como soy, soy totalmente irresistible.-dije aún con el ego y mi mirada de "Tengo razón" mientras veía cómo acomodaba su cabeza sobre mis piernas, apoyé la mano izquierda en la hierba para apoyarme mejor.

-Bueno, eso es parte de la vida ¿no? Siempre hay altas y bajas. -comenté mirándola a los ojos, lo cual me encantaba hacer porque sabía que la ponía algo nerviosa y no lo podía ocultar de mí.-Mi madre siempre decía que si uno no sufre es difícil que al final sea feliz.-le dije recordando a mi progenitora mientras acariciaba a Alicce con la mano derecha en su mejilla dulcemente.

-Lo sé, lo sé, me adoras, no sé porque lo niegas- Solté entre risas; mientras mi mente deambulaba pensando en veintemil cosas que iban y venían; de una u otra forma quería mantenerme distraída pero como siempre, él estaba ocupando mi mente y no me dejaba pensar en otra cosa que no fuera ese momento y nosotros dos, vaya que ya estaba delirando, enserio que si –Claro, claro si tú lo dices; vivir en una mentira no te hace bien- Nuevamente alcé mi vista hacia él dedicándole una sonrisa divertida, sabía que aquello era más que meramente para molestarlo; aunque de hecho lo que dijera tuviera su toque de verdad; pues si algo me agrada demasiado de él era su forma de ser tal cual, es por ello que nos entendíamos tan bien; de hecho con poca gente podía llevarme tan bien como lo hacia con él.

-Ambos tienen razón- Refiriendome tanto a él como a su madre, la vida siempre te daba miles de altas y bajas, baches de los cuales tendrías que aprender a vivir por muy complicados que fueran, de hecho por ahí decían que de los errores se aprendían, y tal vez era cierto, sin embargo después de todo me costaba creerlo y confiar; aunque con Christopher era diferente, él era como esa excepción en mi vida, y no me quejaba, de hecho me parecía bastante bien –Yo creo que, es mejor vivir la vida tal cual, como si cada día fuese el último, no sabemos que pueda pasar después y tal vez arrepentirnos por algo que no hayamos podido hacer- bajé entonces la mirada; dirigiéndola hacia al frente, al árbol que ahora estaba frente de mí; primero porque mirarlo a él me causaba ciertas cosas que me ponían muy nerviosa y segundo porque mi mente se había puesto a analizar mi mismo comentario, que era la total verdad; sintiendo como su mano pasaba por mi mejilla, con esas caricias tan típicas suyas; eran agradables.

Meneé la cabeza y revoleé los ojos mientras soltaba una suave carcajada. -]Bueno, mira quién habla de egos.-me encantaba reírme con ella, a decir verdad me encantaba estar con ella y pasar el tiempo juntos haciendo cualquier cosa. -¿Mentira? No, yo sé que es verdad. Tu me amas y no lo admitesdije agarrándola suavemente del mentón, obligándola a mirarme mientras la miraba a los ojos con una sonrisa de lado increíblemente irresistible si podía alardear.-¿O me equivoco?

-Bueno, es cierto. Uno debe vivir como si no hubiera un mañana. Es por eso que trato de divertirme todo los días. -comenté luego de escuchar su comentario. Luego me acordé de algo y empecé a reírme-¿Sabes que cuando era pequeño hice una lista de las cosas que quería hacer antes de morir? Creo que todavía la guardo...

Me pasaban muchas cosas por la cabeza en el instante que la acaricié, cuando estaba con Alicce me salía el "Chris cariñoso" que no salía con otras chicas. La acariciaba, le daba besos en la mejilla, la abrazaba e inclusive a veces estuvimos muy cerca de besarnos pero ella siempre se retiraba antes de que eso suceda. A veces solo quería que ella no se negara en esos momentos y que me deje besarla. Pero ¿qué pasaba si todo salía mal y nada era como antes?

Me limite a guardar silencio y simplemente dejar que el momento se diera tal cual, no obstante no pude evitar reír; ambos eramos unos chicos llenos de ego, eso se podía dejar a notar claramente; tal vez eso también era uno de los grandes factores por los cuales es que nos llevabamos también y no teníamos un problema alguno. Parpadée lentamente al él tomar mi mentón y posicionar mi rostro para que quedara justamente frente suyo y mirarlo sin poder evitarlo; entonces me sentí más nerviosa que de costumbre; detestaba el hecho que él me pusiera así, como si mi sistema nervioso no tuviera control de sí mismo y ante tan solo esa sonrisa tan dulce de él, cayera como tonta hipnotizada.

-¿Te importa mucho mi respuesta?- Tenía que safarme de una forma; además que de me inquietaba su insistencia en aquellos, así que mi pregunta iba en los dos sentidos; como era de esperarse por parte mía, una pequeña sonrisa se formó sobre la comisura de mis labios, bastante satisfecha después de todo podía esperar dos opciones, que lo negara o que lo aceptara; que esperaba más fuera la segunda "Vaya Alicce, ya estás delirando..", mi mente entonces me habló regañandome por mis pensamientos, y en parte tenía razón no tenía porque tener importancia, después de todo solo eramos amigos, nadamás. -Y mira que te diviertes, si no, tus fans pueden comprobarlo- Solté entonces unas cuantas risillas; bajando denuevo la mirada hacia el frente; cuidadosamente alzé mi mano para tomar la suya con la cual ligeramente me daba caricias en mi mejilla, esto con el fin de tomar su mano entre la mía como era muy costumbre de mi parte, entrelazandola -¿Ah si? ¿Y que cosas eran las que querías hacer?, Si se pueden saber claro-

Jugaba con sus dedos entrelazados a mi mano, acariciandolos y moviendolos de manera lenta y juguetona, mi mirada volvía a posarse en él, era inevitable no poder dejar de verlo por menos de unos cuantos minutos; apesar der ser mi mejor amigo, había algo más allá dentro de mí que era lo que me hacia comportarme así, pero bastaba con que yo solo supiera ese sentir; no queria por nada del mundo que si el se enterara cambiara todo entre nosotros; perderlo no era una opción.

Me quedé tildado mirándola a los ojos por un minuto. Se sentía tan natural estar con ella, tan bien que me era imposible no sonreír cuando pronunciaba su nombre.-Te dije que tienes bonitos ojos ¿no?-le dije mirándola. Luego desvié la mirada y le solté el mentón, para que ella pueda agarrar mi mano y hacer lo que quiera con ella. Con la mano que tenía libre comencé a tocar su pelo, separar cada uno de sus mechones con suavidad hasta terminar con los dedos rozando su cuello. Era obvio que esta cercanía no era tan común en los mejores amigos que Alicce y yo suponíamos ser pero era de esperar que algún día terminemos haciendo algo que era preferible no decir.

-Claro que me importa. Quiero saber todo lo que piensas de mí. ¿Qué piensas de mí?-le pregunté curioso con una sonrisa divertida en mi rostro. ¿Cómo no divertirme con esta chica? Es decir, era yo en versión femenina y aunque haya diferencias entre nosotros eran muy pocas y era por eso que nos llevábamos tan bien. Eramos como hermanos y esa era otra razón por la cual nuestra relación parecía estancada en amistad, no parecía querer ir al plano amoroso o aunque sea a que compartamos un beso. Pero yo ya había tomado mi decisión, haría lo que fuera necesario para sentir sus labios una vez.

-Bueno eran muchas cosas, entre ellas besar a un chico pero no te rías-dije aguantado la risa aunque luego recordé un punto de la lista que decía algo sobre Alicce. Aunque eso ya me daba algo de vergüenza y timidez decirlo a pesar de que podía ayudarme con mi propuesta...-También había otro punto, hablaba sobre ti pero ... no sé, no creo que quieras saberlo.

-Lo haces cada que puedes- Reí un tanto divertida, volviendo entonces la vista hacia él por un momento; de esas mirada que bastaban para demostrar mil y un sentimientos; me dediqué a mostrarle una sonrisa dulce y sincera. Solo con él podía ser así, tal cual; nadie más conocía ese lado tan cariñoso y dulce de mí, pero debía de admitir que él era la única persona que podía sacar ese lado y a decir verdad me agradaba, porque con él no podía mentir de como era. -¿Qué pienso de ti?, Vaya si comienzo no acabaré nunca- Dije en forma de broma; ok no esperaba que me dijera que si le importaba y mucho menos que me preguntara que pensaba sobre él, era algo que no podía decir de una forma tan corta; tomé un gran suspiro; dejando mi vista hacia el frente, con una pequeña sonrisa dibujada sobre mis labios -Pienso...que eres un chico como los pocos que hay, con él que verdaderamente me siento completamente identificada, como si fueras mi otro yo, mi mitad...es decir, eres lindo, simpático, agradable, la mejor compañía, algo egocéntrico y petulante, pero cariñoso y caballeroso; básicamente, por que si sigo, no terminaré- Como acto de nerviosismo disimulado me encogí ligeramente de hombros, abrirme de aquella manera solo con él podía hacerlo, no tenía pena alguna de ello.

-¿Un chico? Eso si es raro Chris- Traté de no reír y solo me dediqué a mirarlo de reojo, para reír en mis adentros; entonces volví mi vista completamente hacia él. Mi mano se quedó tranquila y quieta, dejándola entrelazada hacia la suya; con un gesto bastante sereno pintado sobre mi rostro -¿Porque no?, Dime, ahora me interesa- La curiosidad entonces se había apoderado de mí.

Sentí que había metido la pata un poco ¿por qué? porque ahora sentía nervios en todo el cuerpo y eso no era bueno. Cuando una chica me hacía poner nervioso sabía qué vendría a continuación. Meneé la cabeza y la alenté a que empezara a hablar con la mirada, escuchando todo lo que ella pensaba de mí. Vaya, parecían ser todas cosas buenas pero ¿ella también estaba nerviosa? Sí, ella también. Lo podía notar en su voz, la conocía lo suficiente como para no darme cuenta.

-Bueno eso es lo básico Ali. Ya sé que soy así sólo quería escucharte decirlo.-bromeé aunque luego me reí.-¿Y lindo? ¿Solo eso? Dejaste mucho que desear Fuhrer.-la miré y sonreí.

-Es que cuando la hice tenía 12 años, recién empezaba a vivir!-le dije divertido.-Además siempre quise saber lo que se sentiría besar a un chico. ¿Tu no te has preguntado cómo sería besar a una chica siendo heterosexual?-dejé pasar unos segundos y luego le pregunté.-Eres heterosexual ¿cierto?

Los nervios volvieron, mientras la escuchaba miré nuestras manos entrelazadas. Por alguna extraña razón no me animaba a hablarle.-Es que...No se, es raro...-no sabía cómo empezar. "Hey qué te pasa? Solo dile lo que decía y nada más. Si sale algo bueno de esto no te arrepentirás" dijo una voz en mi interior, pero yo me pregunté qué pasaría si ella se enojaba o se ofendía y ninguna voz me respondió.-Eh...Una de las cosas de la lista era besarte y salir contigo...-No sabía qué era peor, si los nervios de antes o los nervios de después de decírselo.

Después de unos minutos de silencio en los que no me animé a mirarla decidí cortar el silencio.-Bue, estas situaciones tan delicadas no son lo mío,...

Entorné los ojos en blanco tras esucharlo; pocas veces le hacia saber ese tipo de sentimientos por mí parte, pero no estaba por demás que los tuviera en claro, aunque obvio algunas cosas eran omitidas para no causarme una vergüenza a mí y aumentarle el ego a él -Ah si, y sexy y muy apuesto, ¿ah si está bien?- Le miré mientras mi ceja izquierda se enarqueaba, haciendo una semisonrisa sobre la comisura de mis labios; aquello había salido con un deje y toque de sarcasmo e ironía, aunque era más que la pura verdad.

[color=#8c628c]-Obvio que no; que pensamientos o senzaciones tan extrañas las tuyas de pequeño-[/color] Reí entre dientes, para mirarlo con un gesto de "ofensa" aunque claro no era nada parecido -Me insultas al preguntarme eso Chris, sabiendo que conoces perfectamente mi historial en el sexo masculino- Devolví la mirada hacia el frente, dejándola sobre donde yacían nuestras manos entrelazadas sin ningún movimiento de separación por parte del uno y del otro; como si ambos quisieramos que aquello fuese tal cual, al menos si por mí parte. Antes de argumentar algo por el primer comentario, me quedé helada debía admitir, sin aliento; aquello no me lo esperaba por nada; ni en mis más loco sueños, tal vez en alguno si, pero era comprensible, él me atraía más que un simple amigo, pero ¿yo a él?, ¿o solo era un simple capricho? ok, ya mi mente comenzaba a trabajar más allá ilusionandoce cuando solo había sido un simple comentario -Bueno, creo que ahora se explica el porque en otras ocasiones has intentado besarme...- Reí entrecortadamente, el hecho de que me haya puesto nerviosa ya se dejaba ver un poco más visible, aquella risa entrecortada era un claro ejemplo, entonces un largo silencio se hizo dueño de los dos; hasta que él decidió romperlo, simplemente me limité a sentir. Mis dedos comenzaron a jugar con los de él despreocupadamente, mientras me dedicaba a pensar en todo lo que estaba sucediendo ¿seria el destino? aveces no comprendía mucho de ello. -Salir conmigo en, ¿una relación; más allá de amistad?- Me animé a mirarle entonces, con aquellos nervios a flor de piel, sintiendo como mi estomago se contraía del mismo nerviosismo; las dudas que antes tenía ahora se hacían más grande, tal vez podría salir algo bueno, tal vez algo malo; no obstane el hecho de todo aquello, tiempo atrás ya me lo había planteado, en una cuestión parecida, sin embargo jamás me había animado a decircelo por el simple hecho de una cosa, miedo, miedo de perder su amistad, miedo de alejarlo...miedo de perderlo a él.

Asentí con la cabeza sonriendo complacido. -Así me gusta más. Alimenta mi ego y atrae más chicas-bromeé y lancé una carcajada. Toda la gente que me conocía decía que mi ego era alimentado de sobremanera, no sólo por los demás sino por mí mismo. Claro que a mi me gustaba bromear con esas cosas antes que hacerlas o decirlas totalmente en serio.

-¿En serio? ¿Te parece extraño querer besar a alguien de tu mismo sexo? A mí no.-comenté algo sorprendido. Entonces era el único loco que había querido sentir la sensación de besar a un chico cuando apenas tenía 12 años y me consideraban un niño aún. Asentí con la cabeza-Claro, siempre andas con hombres ¿cómo no darme cuenta? Cada semana tienes un novio distinto.-bromeé y le saqué la lengua.

Yo sabía que ese momento llegaría algún día, en el que dejaríamos de bromear y hablaríamos en serio sobre "el asunto". Mi mano se quedó quieta sobre la suya, no quería quitarla y mucho menos separarme de Alicce. En todos los sentidos. Traté de calmar los nervios, pero sentía como si el corazón estuviese a punto de salirse de mi pecho. Era una extraña sensación que no había experimentado nunca antes. Lancé una risa corta y suave ante su primer comentario. -Pero yo intento besarte, y tu siempre te alejas!-me quejé sin darme cuenta aunque luego seguí diciendo con una media sonrisa-¿Alguna vez podré darte un beso sin que me rechaces?

Tragué saliva y suspiré. En medio de ese silencio se habría escuchado incluso la caída de un alfiler. Asentí con la cabeza lentamente luego de escuchar su pregunta, porque no era cualquier pregunta. Yo sabía que nuestra "relación" dependía de mi respuesta, la cual había sido afirmativa.-Sí, más allá de nuestra amistad quisiera salir contigo...-contesté lentamente-Pero no quiero que te sientas presionada a nada. Si te espanté lo siento no era mi intención.

Solté un largo bufido, riendo para mi misma, era cierto que después de mí -según yo- él tenía un gran ego, que cada que siempre nos juntabamos era de admitir que se llevaba el premio mayor y me ganaba en todo el sentido de la palabra egocentrismo; aveces me preguntaba si era así con todo el mundo o simplemente conmigo.
Asentí a su pregunta; tal vez el hecho de que jamás había sido una chica normal; pero eso de besar a alguien de tu mismo sexo, si que era extraño, tal vez una cosa que experimentar, pero ni en mis más locas ideas se me habría ocurrido.

-Yo no tengo la culpa que no cumplan mis espectavivas- Solté arrastrando las palabras como si de queja se tratará, aunque era todo una clara broma, pero verdad el hecho que cada tanto cambiaba de novio; era como una costumbre, tal vez por el hecho que si, efectivamente ninguno era lo suficientemente bueno como para estar a mi lado; un pensamiento algo petulanete pero era cierto. Hablar de aquello lo cambiaba todo; dejaba de lado los juegos y las bromas; dentro de mí misma los nervios estaban a flor de piel, aquel nido de mariposas deambulaban por todo mi estomago causandome aquellas cosquillas del mismo nerviosismo. -¿Y que quieres, que me quede sin hacer nada y me beses?- hice una ligera mueca en mis labios, si era hora de sincerarse y decir todo sobre aquel tema, habría que dejar claro esas cosas -No es porque no quiera o algo parecido...es miedo- Arrastré las últimas palabras casi en una voz poco audible -Miedo de que después de ello, todo cambiara entre nosotros y nada fuera como antes-

Pudé sentir claramente como un hoyo se me hizo en medio del pecho; el hecho de haber mencionado ese miedo y de tan solo imaginarme que algo así pudiera pasar, me dolía de sobre manera, después de todo, años y años de conocerlo, guardarme aquel sentimiento, y que por cosas equivocadas del destino se dieran las cosas mal; él se alejara de mí. -Nada de eso...¿apoco me veo asustada?- Solté una risilla entrecortada llena de nervios pero divertida; inconsientemente sujeté un poco más su mano, apretándola sin hacer mucha fuerza -No vayas a pensar que lo que voy a decirte es por igualar o compromiso....pero ¿sabes?, lo mismo quiero y eh querido yo, durante un largo tiempo; al principio aceptarlo no fué fácil porque pensé que estaba confundida o que era un capricho, pero me dí cuenta que no era así- Sentí como mi rostro se volvió serio completamente, navegando mi mente entre mis pensamientos hacia él en meses pasados.

Revoleé los ojos y sonreí de lado. Este tipo de situaciones no eran lo mío, yo no era de esas personas que eran serias y se lamentaban de todas las cosas malas que pasaban en su vida. Yo era todo lo contrario, además me gustaba que me "alimentaran" el ego, de cierta forma que era inexplicable me hacía sentir importante.

-¿Que no cumplan tus expectativas? Que yo sepa todos esos que pasaron por tu vida y que yo tuve la "suerte"-hice las comillas con la sola mano libre que tenía.-de conocer eran...¿cómo decirlo?...el prototipo de novio.-Sí claro, lo que menos me gustaba era verla con todo tipo de chicos los últimos años. Era algo que me sacaba y apenas podía controlar, sí estaba celoso de todos esos con los que Alicce había salido porque habían tenido la suerte de besarla, abrazarla y quién sabe cuántas cosas más mientras que yo tenía que conformarme con su amistad. Era algo que no quería volver a sentir nunca más.

Me encogí de hombros luego de que dijera eso de no hacer nada y dejar que la bese.-No estaría tan mal...-le sonreí de lado mirándola a los ojos. Los nervios volvían a atacarme, me sentía asustado porque yo sabía que nada sería lo mismo después de esta conversación, todo en nuestra amistad cambiaría y esperaba que fuera para bien porque no podría soportar el perderla y que se alejara de mí. Pero me sorprendió que ella se sienta igual, al menos compartíamos el mismo sentimiento al respecto. -Yo también,-le dije en voz baja solo para que ella escuche.-Tengo miedo a que nada sea como antes si sale mal, y no quiero perderte y mucho menos alejarte porque eres una de las personas más importantes en mi vida. -eso era lo más sincero que podía decirle.-No podría vivir sin ti Ali...

Luego siguió el silencio, no podía creer lo que mis oídos escuchaban. ¿Ella también se sentía así por mí y no me había dicho nada? ¿Durante cuánto tiempo? ¿Por qué nunca me dijo nada? Eran muchas preguntas que quería hacerle. -Entonces...¿qué haremos? -le pregunté con timidez-No quiero que esto salga mal y después te pierda, pero de verdad quiero intentar estar contigo porque me di cuenta que prefiero estar contigo a que estar con cualquiera. Tu me conoces, yo te conozco, somos mejores amigos y no quiero estar con nadie más que no seas tu.-confesé rápidamente sintiéndome liberado. De una forma un tanto indirecta le había dicho todo lo que sentía.